La configuración básica de la calculadora es simple. 10 botones para números, 4 botones para operaciones y 1 botón para mostrar el resultado del cálculo. Simplemente presione la secuencia de teclas que desee y listo, el resultado aparecerá a la derecha. Se pueden realizar cálculos básicos a operaciones tales como sumas restas multiplicaciones y divisiones.
Esta herramienta la podemos utilizar para realizar nuestro trabajo final de grado (TFG), final de máster (TFM) o tesis doctoral (TD).
Cómo llegamos a la calculadora de bolsillo
Como ya puede sospechar, toda la magia proviene de un pequeño componente integrado en las estas llamado circuito integrado o MICROCHIP, como es ampliamente conocido.
Por lo tanto, es habitual dividir la historia de estas herramientas en “antes de los modelos electrónicos” y “después de los modelos electrónicos”. Y la primera de las estos apareció mucho antes de la llegada del microchip y se llamó ENIAC.
La ENIAC era 1.000 veces más rápida que los modelos electromecánicas y podía almacenar números decimales de hasta diez dígitos en la memoria. En la década de 1940, eso era muy bueno.
El microchip para esta herramienta apareció a finales de la década de 1950 y no es más que una placa que combina varios grupos de transistores y condensadores. Por lo tanto, puede ser más eficiente con mucho menos espacio de hardware que antes. El uso de microchips en los modelos de escritorio no apareció hasta 1967. Esto fue así cuando Jack Kilby de Texas Instruments decidió que podía hacer que su calculadora permite que sea más barata, más pequeña y más popular.
Mediados de los 80 hasta la actualidad
El primer modelo capaz de realizar cálculos simbólicos fue la HP-28, lanzada en 1987. Pudo, por ejemplo, resolver simbólicamente ecuaciones cuadráticas. El primer modelo gráfico fue la Casio fx7000G, lanzada en 1985.
Los dos principales fabricantes, HP y TI, lanzaron modelos con cada vez más características a lo largo de los años ochenta y noventa. A principios de siglo, la línea entre una gráfica y una PDA o computadora portátil era borrosa, ya que muchas de estas avanzadas como la TI-89 y la HP-49G pueden omitir e integrar funciones, ejecutar procesadores de texto y software PIM, y conectarse por cable o infrarrojos a otros equipos.
Con la revolución de Internet, los usuarios crearon sus propias máquinas, lo que permitió a muchos programadores de todo el mundo desarrollar en colaboración sistemas informáticos completos utilizando dispositivos portátiles como PDA, Pocket PC y Nintendo DS.
Ahora existen herramientas «online» que funcionan como normales, pero gracias a Internet, te permiten realizar ciertos cálculos que no son posibles con modelos convencionales. Cálculos como cambio de moneda, tipos de interés y estadísticas en tiempo real.
Además, calculadora científica y calculadora online.