Cuando estamos redactando un escrito científico, uno de los elementos importantes es cómo hacer una introducción de impacto y que contenga los elementos que necesita.
Para ello, debemos centrarnos en el que es “introducir” y así poder comprender que este es el apartado que mejor se representa con su epígrafe. Veamos que dice la Real Academia de la Lengua Española (RAE) al respecto.
Lo primero es que sobre este término hay por lo menos seis definiciones diferentes en la RAE. Para nuestros intereses, diremos la que se refiere a la introducción como “acción y efecto de introducir”.
Entonces, introducir es “conducir a alguien al interior de un lugar”. Nuestro lugar en ese concepto, será el trabajo final de grado (TFG), final de máster (TFM) o tesis doctoral (TD).
Otra definición que presenta la RAE, es la introducción como “preparar para llegar al fin propuesto”. Ello lo articula con hacer una introducción en un escrito, libro u obra de teatro.
En fin, la introducción, en el mundo de la academia, debe persuadir al lector de lo que encontrará al leer nuestro trabajo y ese será nuestro propósito. Hay que dejar sembrado un interés en el lector desde la introducción.
Con estos consejos, podemos afirmar que para responder a la pregunta ¿cómo hacer una introducción?, debemos centrarnos en el propósito que tenemos con la misma.
Ese propósito siempre debe ser el mismo, lograr presentarles nuestro trabajo a los lectores y mostrar la estructura que se encontrarán en el trabajo.
QUÉ CONSIDERACIONES DEBEMOS TENER PARA PERSUADIR AL LECTOR
En palabras precisas, no podemos decir que hay en el interior del informe de TFG, TFM o TD, si no lo hemos terminado.
Una vez que hacemos nuestra investigación, debemos hacer una introducción amena, redactar la descripción de los apartados unidos en la estructura y en el discurso.
De esta forma, el lector se entera de lo que está escrito y de la forma como se está organizado.
CÓMO HACER UNA INTRODUCCIÓN CON TODOS SUS COMPONENTES
Cuando hacemos una introducción queremos llamar la atención. Para eso, no hay un esquema concreto por el que debemos guiarnos, sin embargo, podemos saber algunas cosas esenciales para elaborarla.
El cuidado en la redacción. Debe ser breve y directa, sin que sea un resumen. La misma debe reflejar el enfoque y tratamiento que le hemos dado al tema que hacemos en nuestro TFG, TFM o TD. También debe dar evidencias del manejo que tenemos sobre términos técnicos y científicos, así como lo actualizado que estamos con el tema.
Igualmente, debe estar redactado con el mismo estilo y alcance del resto del trabajo. Con nuestro discurso debemos cautivar al lector para invitarlo a continuar con la lectura.
Tema que tratamos. Debemos presentar los elementos que resaltan en la forma como tratamos el tema, sin temas teóricos o empíricos de fondo.
Descripción de los apartados. En la introducción debemos poner los apartados con la estructura del trabajo y realizar una pequeña narrativa de cada elemento relevante que hay en ellos.
No debemos perder detalles, incluso hay que reseñar la presencia de conclusiones, referencias y anexos.
Una recomendación final, es que pudiéramos someterla a alguna situación previa de evaluación. Para ello, le solicitamos a algún lector del sector que nos diga el mensaje que le transmite en contenido y redacción.
A partir de esos comentarios, realizar los ajustes necesarios y someterla a la corrección del tutor/a.