Las fuentes son muy importantes porque ,tanto el TFG como el TFM son dos oportunidades en las que es posible demostrar tus intereses y tu personalidad. Estos dos factores no solo se manifestarán en el contenido de la investigación, sino también en el formato que le des a dichos trabajos.
Es así que, junto a las diferentes opciones de portada, marcos, tipologías de paginación y demás elementos visuales, también es posible darle tu toque personal a las fuentes que emplees en el texto. Ellas no solo serán una expresión más del esfuerzo que has realizado para presentar tu investigación de la mejor forma estética, sino que también pueden ayudarte a organizar tu información.
A continuación, entonces, exploramos cuáles son las diversas posibilidades que existen para trabajar con las fuentes.
Ante todo: ¿Qué son las fuentes?
El término “fuente” es polisémico, es decir, existen varios significados para la misma palabra. Sin embargo, en el ámbito que nos compete a nosotros ahora, la RAE lo define como: “En un procesador de textos, conjunto de signos gráficos de un tipo y tamaño determinados”.
En otras palabras, así como hay distintas formas de escribir las letras manuscritas, en el ordenador también se puede optar por un estilo u otro de grafía. Incluso, existe la posibilidad de descargar nuevas fuentes si las que ya vienen preinstaladas en nuestro ordenador no nos gustan.
De esta manera, ampliamos nuestra lista de opciones enormemente. Por ejemplo, el sitio “1001 Free Fonts” cuenta con más de 10.000 fuentes para sumar a tu procesador de texto. Ellas tienen licencia tanto para uso personal y como comercial, solo se debe leer su atribución creative commons.
Conversores en línea
Además de la posibilidad anteriormente nombrada, también encontramos los conversores en línea. Es decir, programas en internet a través de los cuales es posible cambiar el formato de las fuentes. Ellos poseen fuentes más conservadoras, con caracteres similar al alfabeto normal, y otras más sorprendentes, las cuales emplean otros alfabetos o símbolos menos conocidos.
Por lo tanto, cuentan con tipografías habituales como la cursiva, el subrayado o la negrita y opciones más versátiles. Incluso, algunas de ellas llaman la atención porque son letras estilizadas, lo que las diferencia de las comúnmente vistas en las redes sociales o aplicaciones modernas.
A pesar del enorme abanico de posibilidades que ofrecen los conversores, es necesario conocer algunas recomendaciones para trabajar con ellos. En primer lugar, hay que tener cuidado al usar letras acentuadas y otros signos de puntuación, ya que no todas las fuentes reconocen su formato.
Sumado a ello, también hay que controlar los signos de admiración y los de interrogación. Luego, se debe prestar atención a la utilización de la letra “Ñ” porque puede no ser leída o ser transformada en un símbolo extraño e ilegible. No se recomienda colocar textos demasiado largos (más de 2 líneas), ya que el convertidor puede ralentizarse mucho. Su función es transformar palabras, no párrafos.
La utilidad de emplear distintas fuentes
La disponibilidad de fuentes para los trabajos de investigación es amplia. Sin embargo, no todas ellas son suficientes, fiables o asequibles. Muchas de ellas demuestran una utilidad importante a través del tiempo y su uso continuo.
La utilidad de comparación de varias fuentes para obtener información en la investigación es que se logra muchas opiniones. Estas estarán relacionadas con lo que se está estudiando y, por lo tanto, podrán establecer una visión más amplia a este respecto.
El empleo de diferentes letras puede contribuir a darle jerarquía a tu texto, estableciendo niveles de información. También las diferentes tipologías le otorgan un significado estético a lo que ya expresa el contenido. Además, personaliza tu composición y la vuelve única, dándole un aire de originalidad.
Esto significa que cuando se desempeña una investigación más amplia, podemos obtener información más completa, considerando diferentes puntos de vista de los autores e investigadores que también nos permitirá profundizar el tema más
Por lo tanto, tenemos una gran resistencia a la investigación, es decir, mucho apoyo debido al hecho de que hay un fondo que le brinda una garantía o un punto de partida a la investigación.
Además, a la hora de dar credibilidad a nuestra investigación, es necesaria la consulta de diferentes fuentes.